Jesús les dijo "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas." (Mateo 22:37-39)
El propósito de la Iglesia Metodista Libre se basa en estos mandamientos. Tratamos de glorificar a Dios por quien es El y por lo que El ha hecho. Buscamos hacerlo en nuestros cultos de adoración y en todos los aspectos de la vida ordinaria.
1. Reconocemos el lugar altísimo de Dios y nuestro lugar humilde como su creación.
2. Nuestra forma de adoración se caracteriza por su sencillez y libertad de espíritu, libre de las trabas de un ritual muy elaborado.
3. Nos dedicamos al señorío de Jesucristo en un compromiso personal que nos une en espíritu y propósito.
4. Damos énfasis a la realidad de una purificación interior y de un poder que da testimonio de la presencia del Espíritu Santo.
5. Mantenemos una vida de devoción diaria a Cristo, que procede de la santidad interior, y separa del mundo al cristiano, aunque este viva en el mundo.
6. Sentimos una obligación especial de predicar el evangelio a todo individuo de la raza humana, y de hacer discípulos a los que responden positivamente a Cristo.
7. Practicamos una completa consagración de todas las habilidades y posesiones al servicio de Dios y del hombre en una manera redentora.
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